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sábado, 14 de mayo de 2011

Leyendas del Sr. de Huamantanga - Jaén.

Contaban los abuelos que el milagroso Señor de Huamantanga, fué encontrado en Shuape (actual Bellavista) a orillas del río Marañón, enterrado en los arenales boca abajo, quien lo encontró fué un leñador, la imagen parecía un hombre dormido, cuando se arrimó a despertarlo, se dió con la sorpresa que era la escultura de Jesús tallada en madera.

El leñador avisó a los vecinos del hallazgo realizado, cuentan que la imagen era venerada en Loja y lo trajeron sus devotos por las agua del río Chinchipe en un bote, que encalló por el sector las Plazas, donde fué el antiguo asentamiento humano de Jaén.

Narración
Benita Ampuero (101 años)
Leandra Guevara (90 años)
Recopilación: Gregorio Rojas Cordova (63 años).

Cuentas que el Señor de Huamantanga, lo trajeron de un pueblo ecuatoriano llamado "Huamantanga", su traslado fué en lancha a través de las aguas del río Chinchipe, dejaron a la imagen en el caserío Poronguitos, de allí sus fieles en solemne procesión lo trasladaron a Jaén, llegando un 14 de Setiembre, estableciéndose tal fecha como día central; según los mayores celebran la fiesta de la Exaltación de la Cruz y el Crucificado en 14 pueblos del Perú la misma fecha que la fiesta patronal de Jaén.

Cuentan que la primera fiesta fué muy concurrida y a partir de esa fecha establecieron la mayordomía para la fiesta del medio año y la fiesta anual. El señor de Huamantanga tiene su hermandad que son los miembros de la Cofradía, llevan el hábito de color crema y fucsia, además usan cordón blanco de algodon.

Narración
Antonio Balcazar Montoya (75 años)
Víctor Muñoz Acuña (70 años).



Los pueblos del norte del Perú, veneran al Señor de Huamantanga de Jaén, cuya feria tiene como día central el 14 de Setiembre. Los orígenes y culto de esta milagrosa imagen del Señor Crucificado están todavía envueltos en un velo de misterio, sin embargo existen tradiciones orales, estudios de investigación y aproximaciones históricas, que junto a los mitos y cosmovisión de nuestra gente, en que la casa de Dios no son solo sus templos, sino también la tierra donde viven sus hijos, y por eso debemos amarla y cuidar sus recursos: agua, suelos, bosques, flora y fauna.

Según el sacerdote jesuita José María Guallart, gran investigador y autor de varios libros sobre la zona nororiental del Perú. Esta hermoza escultura de madera pertenece a la escuela clásica europea, sorprendiendo la perfección de sus rasgos anatómicos y su impresionante mirada. Imagen distinta de otras que fueron confeccionadas por manos indigenas como la Virgen de los Dolores de la desaparecida Tomependa, o la antiquísima  Santa Rosa de la Yunga.

¿De donde vino? El padre Guallart, en una de nuestras tertulias, nos confió que él había revisado todo el archivo colonial del Vicariato que está en la parroquia de Jaén, y no había encontrado una sola pista. En todo caso, nos decía, la fuente más veraz, serían las tradiciones orales de los abuelos que de generación en generación contaban que lo trajeron del Ecuador, lo cual es posible por nuestra relación administrativa  y política de pertenecer antes de la Independencia, a la Audiencia Real de Quito.

En 1606, sesenta años después de la fundación española, Jaén tiene ya su iglesia con su Patrón  San Leandro, y aparece en el mapa de la conquista, del capitán español Diego Palomino, que trazara en 1549. En el libro de bautizos, de nuestra parroquia, hasta inicios del sigo XX se puede leer "bautizado en la iglesia de San Leandro de Jaén".

Por otro lado, Martín Cuestas S.J. en su obra "Jaén de Bracamoros" describe en el tomo IV, la visita del Monseñor Martínez de Compañon, Arzobispo de Trujillo, que realizara a fines del siglo XVIII a toda su diócesis, la cual incluía a ambos territorios, Llegando al Jaén Viejo en 1783, aquel que estaba ubicado en el distrito de Santa Rosa, veinte años antes que los vecinos decidieran trasladar la ciudad a su emplazamiento actual en el valle La Quintana. En esta extensa gira, el Arzobispo trujillano levanta el inventario de la iglesia matriz de Jaén, y hace constar a la Virgen de las Mercedes y la Virgen del Rosario(hoy restaurada en el obispado de Jaén), pero no menciona al Señor de Huamantanga.

Su culto y celebración podrían remontarse a la segunda mitad del siglo XIX, Nos relataba mi tía Trinidad Moreno, nacida en 1902, que de muy niña recordaba participar en esta fiesta, donde se iluminaba la plaza, encendiendo 4 fogatas inmensas , juntando leña en cada una de las esquinas, Los mayordomos, se encargaban de la alimentación de la banda de músicos, Ella también confirmaba la procedencia ecuatoriana, que le contó su padre Artidoro Moreno Gutiérrez, nacido en 1870 y de su abuelo Anacleto Moreno, que fuera alcalde de Jaén en 1888.

Otro hecho relevante es el terremoto de 1928 que afectó a Jaén, Se destruyó toda la ciudad, quedando en pie solo las casas de horcones y quincha; también sucumbió la iglesia , ubicada en lo que es hoy el local de la Universidad de Cajamarca. Sección Jaén, frente a la Plaza de Armas, Se encontró a la imagen boca abajo, pese a que se había caído desde lo alto de su altar, solo se había quebrado el dedo meñique de su mano derecha, lo que motivó más la fe religiosa. El dedo fue restaurado por un vecino de Chirinos don Juan Martínez.

En 1948, el diputado por Jaén, don Segundo Sergio Rodríguez, presenta en Lima, en la sede del Club Cajamarca, una monografía de Jaén, donde se puede leer que "....En Jaén, desde hace más de 50 años se celebra la Fiesta en honor al Señor de Huamantanga....."

Sus fieles lo han colmado de obsequios: Clavos de plata, corona, potencias, y milagros de oro, plata y brillantes, de cientos de sudarios, anda de madera por los devotos de Catacaos, Los niños sueñan con crecer para poder llevarlo sobre sus hombros, como lo hacen sus padres, otros le ofrecen hermosas ofrendas florales confeccionadas para su paso procesional.

Uno de los mejores homenajes, fué sin duda afines de los 80 la reubicación de la antigua feria pueblerina que se apoderaba y contaminada el centro de la ciudad, impidiendo el paso triunfal de la procesión, a un campo ferial, gracias a la iniciativa de algunos ciudadanos de Jaén, apoyada por los directores de los centros educativos y aceptaba por el concejo provincial. Asimismo el bosque de donde nace el agua que dá vida y del cual depende el futuro de los distritos de Jaén, Huabal, Las Pirias y Bellavista, se llama "Bosques de Huamantanga".

Muchas tradiciones se han perdido, como la bullanguera matraca, el cajón de madera con argollas de fierro, que era agitada durante la procesión. Igualmente la colocación de una niña vestida de Ángel, sobre la cruz, para que derrame pétalos de flores. Pero de los ritos más significativos y que se conservan es la Ceremonia del Descendimiento, mediante el cual un grupo seleccionado de "Santos Varones" se encargan de bajar la imagen de la cruz de madera y luego de hincarse de rodillas frente a la Virgen Dolorosa lo trasportan en brazos hasta su anda, donde recibe la adoración de miles fieles y peregrinos venidos de todas partes del país.

El muy recordado y querido párroco Alfonso Arana Vidal, invitaba a los mozos más fornidos de las familias católicas de Jaén, para integrar la cuadrilla de Santos Varones, quienes lucían una túnica blanca. Se recuerda a don Dagoberto Requejo, Romulo Deza padre e hijo, Floro Obando, Lolo Vilchez, Oswaldo Montenegro y sus hijos, los hermanos Manuel y Félix Rios, Alejandro, Ezequiel y David Linares y muchos más que con esmero cuidaron al Santo Patrón.

El señor de Huamantanga y la Virgen del Rosario constituyen lo más valioso de nuestro patrimonio histórico-religioso, y son testigos de todo lo acontecido en la provincia de los Bracamoros durante siglos. Oremos para que nos sigan bendiciendo y que estas tierras sigan conservando sus riquezas naturales y produciendo para el bienestar  de sus hijos, y los hijos de nuestros nietos.

Por Angel Moreno Alberca.   

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